Los investigadores dicen que entrenar al aire libre puede ser más psicológicamente beneficioso que un gimnasio, porque mejora el estado de ánimo, la autoestima, la motivación y el placer. Pero, según los resultados de un nuevo estudio, se logra un efecto positivo no tanto gracias a la naturaleza circundante, sino al color verde.
Investigadores de la Universidad de Essex en Inglaterra pidieron a 14 hombres en edad estudiantil que hicieran ejercicio en bicicletas de ejercicio cubiertas. Al mismo tiempo, los jóvenes vieron un video que simulaba el ciclismo en la naturaleza. Luego, durante cinco minutos, los investigadores cambiaron el filtro en la pantalla de video de verde a blanco y negro, y luego a rojo, durante el mismo período de tiempo. Cada cinco minutos, los investigadores evaluaron el estado de ánimo de los participantes en el experimento.
Los jóvenes se sentían menos cansados y más tranquilos al mirar un video verde. También dijeron que estaban frustrados y molestos mientras veían el video en rojo.
Los colores de onda corta como el azul y el verde evocan una sensación de calma, mientras que el rojo y el amarillo son más estimulantes. ¿Por qué esta actitud hacia el verde? Los investigadores han sugerido que los verdes exuberantes eran una señal de abundante comida y agua cercana para nuestros primeros antepasados. Como resultado, los sentimientos positivos sobre el verde pueden haber estado firmemente arraigados en el cerebro humano durante la evolución.
Dónde y con quién vamos a practicar deportes, e incluso el atractivo de las personas que nos rodean puede afectar nuestro estado de ánimo y nuestra actitud hacia el entrenamiento.
También es importante prestar atención al objetivo que nos fijamos al realizar ejercicios físicos, por ejemplo, si queremos relajarnos o recibir un impulso de energía, y descubrir qué nos ayuda en esto, y si el color tiene algo que ver con eso.
