Esto suena extraño, pero los investigadores de la Universidad de Cincinnati descubrieron que las llamadas actividades de relajación, como la respiración profunda o el yoga, que han ganado popularidad como medio para lidiar con el estrés, por el contrario aumentan la ansiedad y la tensión en algunas personas.
Los psicólogos sabían previamente que algunas personas comienzan a sentirse tensas incluso con la idea de relajarse.
"Al principio, realmente observamos una disminución en la frecuencia cardíaca, una disminución en la frecuencia respiratoria, es decir, todo lo que indica una relajación del estrés mental", la autora del estudio Cristina Lamberto comparte sus observaciones. - "Pero después de al menos un poco de relajación, de repente todo vuelve abruptamente a su estado anterior".
Los investigadores aprovecharon la ayuda de 300 estudiantes universitarios, quienes primero respondieron las preguntas del cuestionario sobre cómo se sienten al pensar en la relajación.
Gracias al cuestionario, los investigadores identificaron las razones que impedían que algunos jóvenes se relajaran por completo, los llamados problemas sociales, cognitivos y físicos, que a su vez les permitieron crear una herramienta llamada "índice de sensibilidad a la relajación".
A algunas personas no les gusta relajarse, porque temen los cambios en las sensaciones físicas del cuerpo, por ejemplo, durante la relajación muscular. Otros dicen que no quieren relajarse, porque están realmente preocupados por si lo están haciendo bien.
Esperemos que el índice ayude a los psicólogos a determinar el mejor tratamiento para aquellos que, en lugar de calmarse y relajarse, están aún más estresados.
