El castigo físico de los niños afecta irreversiblemente el desarrollo de su cerebro.

Pin
Send
Share
Send

Según los científicos, azotar a los niños tiene un impacto negativo en el desarrollo de su cerebro. Por lo tanto, una bofetada en la cabeza que un padre o madre pesarán de manera similar o una sugerencia de cinturón puede causar graves trastornos psicológicos y físicos en el niño en el futuro. Solo un latigazo por mes durante tres años conduce a serias desviaciones.

Los estudios han demostrado que los niños, que a menudo son sometidos a castigos corporales, tienen una cantidad significativamente menor de materia gris en el cerebro, en comparación con sus parejas más exitosas. Afrontan peor las pruebas, tienen niveles de CI más bajos. Además, se descubrió que el castigo de los niños menores de tres años ya lleva a un aumento de la agresión en cinco años. El "efecto" más fuerte tiene una paliza de niños de 5 a 9 años.

Los psicólogos están convencidos: cuanto más maduro es un niño, más difícil es soportar el castigo corporal. Los científicos están convencidos de que siempre es posible encontrar un lenguaje común con el bebé.

Pin
Send
Share
Send